NO SOY UN DIOS.
NI MUCHO MENOS.
FUI UN MUCHACHA
Y SOY UNA MUJER
QUE ESPERA.
LA SOLA SIMPLICIDAD
DE LOS AFECTOS
IDOS...

16 noviembre, 2011

Porque habrían de juzgarte mujer??

No he nacido mujer para que me gobiernen
sino para que me amen
(Silvia Schoneke)
Sos tan fuerte y tan susceptible  y te admiro por ello

Mujer de roble, piel y musculo
que creíste en las historias y cuentos de hadas...

Esperabas un lecho de rosas sin espinas y vasto un instante preciso
para que cayeran al barro todas tus ilusiones.
Te quedaste sin sueños y sin velo de novia.

Te tornaste mujer oscura y  callada
de piel marchita a solas con la carga a cuesta...

Ahora se atreven a hablar de vos!
vaya descaro...

Vos que sudaste tus lagrimas de dolor
y alquilabas sonrisas por tus hijos,
para que no se contagiaran del virus
del destierro.

Vos que sacabas fuerzas para ocultar tus gritos
de desesperanza.

Se te acabo el vaso de veneno, el que no te mato.

Un día decidiste mirarte al espejo
y descubriste que aun tenias vida
acariciaste tus senos con tus manos
cansadas y tu vientre marchito.

Sacaste los trapos viejos que ya no eran vestidos
sino alguna moda pasada
y te sentiste bella, al descubrirte mujer.

Vos tenias derecho!!!

Decidiste esa noche olvidar
que había que hacer cena y fregar los platos.
Te cambiaste el delantal y las chancletas
por un majestuoso vestido rojo y tacones altos.

Estabas reluciente, preciosa como una estrella!

Sin saber que buscabas, saliste perfumada
y con la mirada brillante...

Encontraste gente nueva, mundos nuevos
y te embelesaste en una caricia relámpago
que ya estaba escrita en el libro de las casualidades.

Tu aroma renació!!!

Y salio de la jaula el pajarillo aquel que dejo de cantar
para cuidar su nido...

Fuiste amada, acariciada
deseada y plena...

Fuiste lo siempre has sido
y no aceptabas.

De regreso a tu cama y llevas el aroma
de las flores, la sonrisa encontrada
el vientre repleto de cosquillas
y los sueños vuelto un remolino de pasiones.

Has pasado casi una vida siendo la madre
perfecta, el pilar de una casa, la mujer
olvidada...

Nadie tiene derecho de señalarte
y menos criticarte..
Si por dar tanto amor, saliste
a buscar el amor tuyo...

Que nadie lo critique ni te culpe,
si sos grande mujer, honesta
y brava...

Porque habrían de juzgarte?


Silvia Schoneke

















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